|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
El Caesars Superdome de Nueva Orleans no solo fue el escenario del Super Bowl LIX, sino también de un momento incómodo para Taylor Swift. La cantante asistió al evento para apoyar a su pareja, Travis Kelce, y a los Kansas City Chiefs en su enfrentamiento contra los Philadelphia Eagles, pero su aparición en pantalla provocó una inesperada reacción del público, que la abucheó masivamente.
La sorpresa radicó en que, antes de su relación con Kelce, Swift era una reconocida fanática de los Eagles, lo que generó incomodidad entre los aficionados del equipo de Filadelfia. En el momento en que la transmisión oficial mostró a la artista en las pantallas del estadio, se escucharon fuertes silbidos en las gradas, obligando a la producción a retirar rápidamente la imagen.
A pesar del incidente, Swift disfrutó el partido desde una suite de lujo, acompañada por la rapera Ice Spice, su padre Scott Swift, su hermano Austin, y las hermanas Haim, además de la familia Kelce. Según medios estadounidenses, este tipo de suites en el Caesars Superdome pueden costar entre 2 y 3 millones de dólares, ofreciendo acceso exclusivo y comodidades de alto nivel.
No es la primera vez que Swift asiste a un Super Bowl. En la edición anterior, celebrada en Las Vegas, también se hizo presente junto a amigos cercanos y miembros de la familia Kelce, consolidando su relación con el jugador.
El romance entre Taylor Swift y Travis Kelce se hizo público poco antes del Super Bowl del año pasado, cuando se reveló que el jugador había intentado acercarse a la cantante con un gesto simbólico: regalarle una pulsera de la amistad con su número de teléfono. Desde entonces, la relación ha sido ampliamente seguida por los medios y los fanáticos del fútbol americano.
A pesar del incómodo recibimiento en Nueva Orleans, Swift no dejó que el momento empañara su presencia en el evento, donde celebró junto a los aficionados de los Chiefs una nueva edición del espectáculo deportivo más visto en Estados Unidos.
