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El All-Star de la NBA 2025, celebrado en el Chase Center de los Golden State Warriors, dejó sensaciones encontradas. Stephen Curry, quien ejerció de anfitrión, se llevó el premio al Jugador Más Valioso (MVP) tras sumar 12 puntos en la final, logrando así su segundo galardón en este evento.
Además de Curry, el equipo Shaq’s OGs contó con la participación de Kevin Durant (Phoenix Suns), Jayson Tatum y Jaylen Brown (Boston Celtics), Kyrie Irving (Dallas Mavericks), Damian Lillard (Milwaukee Bucks) y James Harden (Los Angeles Clippers).
“Es una celebración de muchas cosas grandes en el baloncesto. Llevo años jugando con estos muchachos y sabemos que es nuestra responsabilidad brindar un buen espectáculo”, expresó Curry tras la victoria.
Un nuevo formato que no convenció
Ante la caída del interés y la falta de espíritu competitivo en los últimos años, la NBA apostó por un formato innovador para revitalizar el evento: una ‘Final Four’ con cuatro equipos. Tres de ellos fueron liderados por leyendas como Shaquille O’Neal, Kenny Smith y Charles Barkley, mientras que el cuarto estuvo conformado por jugadores novatos y de segundo año, bajo la dirección de Candace Parker.
Los partidos se jugaron sin límite de tiempo, con el objetivo de alcanzar 40 puntos para ganar. Sin embargo, la fórmula no logró el impacto esperado. Salvo algunos momentos puntuales, la falta de intensidad y la escasa defensa volvieron a marcar el desarrollo del evento.
Premios económicos y ausencias notables
El equipo ganador, Shaq’s OGs, se llevó un premio de 125,000 dólares por jugador, mientras que los subcampeones, Chuck’s Global Stars, recibieron 50,000 dólares cada uno. Los jugadores de los equipos eliminados en semifinales obtuvieron 25,000 dólares.
El evento estuvo marcado por la ausencia de grandes figuras. A las lesiones ya conocidas de Giannis Antetokounmpo (Milwaukee Bucks) y Anthony Davis (Los Angeles Lakers), se sumaron las bajas de última hora de Anthony Edwards (Minnesota Timberwolves) y LeBron James (Los Angeles Lakers). Por primera vez en su carrera, LeBron no participó en un All-Star, rompiendo así su racha récord de 21 selecciones consecutivas.
Momentos destacados en medio de la apatía
El primer partido, entre Chuck’s Global Stars y Kenny’s Young Stars, dejó en evidencia que el cambio de formato no garantizaba mayor competitividad. Victor Wembanyama (San Antonio Spurs) intentó elevar la intensidad con un tapón a Cade Cunningham (Detroit Pistons) y varios mates espectaculares, incluyendo un alley-oop de Nikola Jokic (Denver Nuggets). Sin embargo, el encuentro terminó con victoria para los jugadores internacionales por 41-32, con Shai Gilgeous-Alexander (Oklahoma City Thunder) destacando con 12 puntos y un perfecto 5 de 5 en tiros de campo.
Uno de los momentos más emocionantes de la noche no ocurrió en la cancha, sino en el entretiempo. Un aficionado llamado Jaren ganó 100,000 dólares tras encestar un tiro desde el logo central en un concurso organizado por el famoso ‘youtuber’ MrBeast, desatando la euforia del público.
En la segunda semifinal, Curry brilló en casa con 8 puntos para liderar la victoria de Shaq’s OGs por 42-35 sobre Candace’s Rising Stars, el equipo de novatos y jugadores de segundo año que había ganado el ‘Rising Stars Challenge’.
Una final sin emoción
Se esperaba que la final entre Shaq’s OGs y Chuck’s Global Stars fuera un duelo reñido, dada su similitud con un enfrentamiento EE.UU. vs. Resto del Mundo, un formato que la NBA ha considerado para futuros All-Star Games. Sin embargo, Shaq’s OGs tomaron ventaja desde el inicio con un 11-0, y la falta de defensa convirtió el encuentro en un simple espectáculo de tiros.
La entrada de Wembanyama aportó algo de emoción con un tapón sobre Durant y cinco puntos consecutivos, pero el nivel siguió siendo bajo. Solo algunos destellos individuales, como los triples de Curry, incluyendo uno desde la media cancha, lograron animar al público antes de que Shaq’s OGs sellaran la victoria.
Un problema sin solución para la NBA
El All-Star sigue siendo un reto sin resolver para la NBA. Aunque la liga ha intentado distintas fórmulas para devolverle emoción al evento, la falta de intensidad y competitividad persiste. Mientras tanto, jugadores, aficionados y directivos se preguntan qué más se puede hacer para recuperar el prestigio de un espectáculo que, cada año, parece perder más brillo.
