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Por Dr. Ramón Ceballo
Los aranceles son un impuesto que los Estados Unidos, a través del presidente Donald Trump, ha decidió colocarle a los productos importados, básicamente de México, Canadá y China.
La colocación de aranceles a los socios comerciales pone en juego el sistema de libre comercio que establecieron hace 30 años, el cual ha permitido construir una economía en América del Norte ampliamente integrada.
México, es un socio comercial de EE.UU, al cual envía más del 80% de sus exportaciones al mercado estadounidense.
La verdad que esta medida adoptada por el presidente Donald Trump, de imponer aranceles a sus principales socios comerciales, es una acción unilateral, con ella está eliminando no solo tarifas múltiples, sinó también tratados comerciales.
Un arancel universal, como el anunciado por el presidente de Estados Unidos, es decir a todos los productos, es una medida dirigida a los mayores socios comerciales, la cual es considerada por expertos en comercio internacional muy dura.
Por esta razón, analistas y empresarios han advertido que un arancel universal, no solo afectará las exportaciones de esos socios tradicionales, sinó también, el crecimiento económico, el empleo, las inversiones de esos países, la cual provocará una recesión de sus socios comerciales.
Si bien es cierto que los aranceles afectarán directamente a los países a los cuales se les imponen esos gravámenes, también, no es un secreto que perjudicarán a los consumidores de Estados Unidos, debido a que el importador del país que aplica los aranceles, en este caso, los importadores estadounidenses, cuando llega el producto a la aduana son los que tendrán que pagar los impuestos.
De esta forma, si los aranceles los tienen que pagar los importadores estadounidenses lógicamente traspasarán esos impuestos adicionales a los consumidores debido a que los costos de importación aumentarán, encareciendo bienes esenciales como alimentos, automóviles y productos electrónicos, afectando así directamente a los consumidores.
Lo cierto es que debemos prepararnos para vivir una etapa caracterizada por inflación debido a que los aranceles, afectan las cadenas de suministro y provocan represalias comerciales, dañando de esta forma la economía de EE. UU. y afectando por lo tanto a los países cuyo intercambio comercial depende del imperio occidental.