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Washington.- República Dominicana obtuvo el respaldo del Consejo de Administración de los Fondos de Inversión en el Clima (CIF) con la aprobación de un plan de inversión de 85 millones de dólares para fortalecer su independencia energética y acelerar la transición hacia fuentes limpias y sostenibles.
La financiación permitirá movilizar más de 1,100 millones de dólares del sector privado, facilitando el acceso a mecanismos financieros innovadores que garantizarán una transición energética asequible y segura.
Este proyecto forma parte del Programa de Inversión para Acelerar la Transición del Carbón (ACT), una iniciativa multilateral que apoya a países de renta media en la transformación de sus sistemas energéticos. Su implementación se llevará a cabo en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), BID Invest y el Grupo Banco Mundial, con el objetivo de mejorar la seguridad energética, reducir los costos de importación y fomentar el desarrollo de las comunidades locales.
El ministro de Energía y Minas, Joel Santos, destacó la importancia de este plan y el rol clave de los mecanismos financieros innovadores para atraer inversiones privadas que fortalezcan la infraestructura energética del país. Asimismo, agradeció al CIF y a los organismos multilaterales por su apoyo en la creación de una estrategia sólida para un futuro energético sostenible.
Max Puig, vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático, subrayó que este programa es un claro ejemplo del impacto positivo del financiamiento climático en la economía y la sociedad, permitiendo una transición energética justa y resiliente.
Por su parte, Tariye Gbadegesin, CEO de los Fondos de Inversión en el Clima, resaltó la trascendencia de este proyecto para transformar el sector eléctrico dominicano y fortalecer su seguridad energética.
El plan de inversión se centra en tres pilares fundamentales: gobernanza, apoyo a comunidades y políticas de género, e infraestructura. Su objetivo es diversificar la matriz energética, integrando fuentes renovables como la solar y la eólica, además de mejorar el sistema de transmisión y almacenamiento de electricidad. También contempla medidas socioeconómicas y regulatorias para apoyar a las comunidades afectadas por los cambios en el sector energético, proporcionando oportunidades de reconversión laboral y medios de vida alternativos.
Desde 2021, República Dominicana ha impulsado su compromiso con la transición energética, consolidando su posición como un referente regional en sostenibilidad.