Getting your Trinity Audio player ready...
|
Tesla atraviesa una crisis sin precedentes tras registrar siete semanas consecutivas de caída en el valor de sus acciones, marcando la peor racha desde su salida a bolsa hace 15 años. La compañía, que en diciembre alcanzó un pico cercano a los 480 dólares por acción, cerró el viernes en 270,48 dólares, perdiendo más de 800.000 millones de dólares en capitalización de mercado.
El declive se ha visto impulsado por una combinación de factores, entre ellos la disminución en las ventas de vehículos eléctricos, la falta de nuevos modelos asequibles y la creciente competencia, especialmente en China. Además, la reciente participación de Elon Musk en la administración de Donald Trump ha generado incertidumbre entre los inversores, lo que ha afectado la confianza en la empresa.
Preocupaciones por la Competencia y Producción
Firmas de Wall Street como Bank of America, Goldman Sachs y Baird han reducido sus proyecciones de precio para las acciones de Tesla. Bank of America ajustó su precio objetivo de 490 a 380 dólares, citando la falta de novedades en modelos accesibles y la disminución de la demanda. Goldman Sachs también redujo su estimación de 345 a 320 dólares, señalando la desventaja de Tesla en mercados clave como China, donde sus competidores ofrecen tecnologías avanzadas sin costos adicionales.
Otro factor de preocupación son los problemas de producción. Baird incluyó a Tesla en su lista de “selecciones bajistas”, advirtiendo que los tiempos de inactividad en las fábricas afectarán la transición hacia la fabricación del nuevo Model Y SUV.
El Impacto de la Política y la Figura de Musk
La implicación de Elon Musk en la administración de Trump ha añadido un nivel extra de incertidumbre para Tesla. Su rol en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) ha generado divisiones, y algunos analistas advierten que su asociación con el expresidente podría afectar la demanda de los productos de la compañía.
Además, las posturas políticas de Musk, incluidas sus críticas a jueces y comentarios controvertidos sobre el conflicto en Ucrania, han intensificado el rechazo hacia su figura y, por extensión, hacia Tesla. Según CNBC, este sentimiento se ha reflejado en protestas y actos de vandalismo en instalaciones de la empresa en Estados Unidos y Europa.
Incluso entre los seguidores de la marca, ha surgido el debate sobre si Musk debería continuar al frente de Tesla. Un artículo de Cleantechnica señala que algunos propietarios de vehículos Tesla están considerando vender sus autos, mientras que otros sugieren que el consejo de administración evalúe un cambio en la dirección de la compañía.
Perspectivas a Futuro: Entre el Escepticismo y la Esperanza
A pesar del panorama adverso, algunos analistas mantienen expectativas positivas sobre Tesla. Wedbush Securities incluyó a la empresa en su lista de “Mejores Ideas” y estableció un precio objetivo de 550 dólares en los próximos 12 meses. Según Dan Ives, analista de la firma, la administración Trump podría generar un entorno regulatorio favorable para Tesla, especialmente en el desarrollo de vehículos autónomos.
Wedbush también destaca el potencial de Tesla para expandirse en el sector de robotaxis y robots humanoides, lo que podría impulsar la confianza de los inversores. Por su parte, TD Cowen ve oportunidades de crecimiento a largo plazo, señalando que Tesla está en las primeras etapas de un importante ciclo de productos que podría fortalecer su posición en el mercado entre 2025 y 2026.
A medida que Tesla enfrenta desafíos operativos, políticos y de percepción pública, el futuro de la compañía dependerá de su capacidad para recuperar la confianza de los inversores y adaptarse a un entorno cada vez más competitivo.