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El ex campeón mundial de peso pesado George Foreman, reconocido por su icónica pelea contra Muhammad Ali en «Rumble in the Jungle» en 1974, falleció este viernes a los 76 años, según confirmó su familia a través de un comunicado.
«Con profundo pesar, anunciamos el fallecimiento de nuestro querido George Edward Foreman Sr., quien partió pacíficamente el 21 de marzo de 2025, rodeado de sus seres queridos», expresó su familia en una publicación en su cuenta oficial de Instagram. «Agradecemos las muestras de cariño y las oraciones, y solicitamos que se nos respete la privacidad mientras honramos la extraordinaria vida de un hombre que tuvimos la bendición de llamar nuestro».
De una infancia difícil a la gloria olímpica y mundial
George Foreman nació el 10 de enero de 1949 en Texas y creció en Houston en un ambiente complicado. Criado por J. D. Foreman, quien solía estar ausente y con problemas de alcoholismo, no descubrió que no era su padre biológico hasta después de ganar su primer título mundial. Su verdadero padre, un veterano condecorado de la Segunda Guerra Mundial, se puso en contacto con él tras su consagración en el boxeo.
Durante su adolescencia, Foreman tuvo problemas con la ley y abandonó la escuela a los 16 años. «A los 13 años, George medía unos 1,88 metros, pesaba 90 kilos y era el terrorista del barrio», declaró su hermano menor, Roy, en una entrevista a la BBC en 2024. «Cuando eres más grande y fuerte y te crees mejor que los demás, te impones».
Fue a los 16 años cuando encontró en el boxeo un camino diferente. «Quise ser jugador de fútbol americano», contó Foreman en su sitio web. «Probé el boxeo solo para demostrarles a mis amigos que no tenía miedo. Bueno, 25 peleas y un año después, ya era medallista de oro olímpico».
En los Juegos Olímpicos de México 1968, con apenas 19 años, se coronó campeón en la categoría superpesado. En un gesto patriótico, tras su victoria ondeó una bandera estadounidense en el ring, un acto que contrastó con el saludo del poder negro realizado por Tommie Smith y John Carlos apenas diez días antes en la final de los 200 metros en atletismo.
Dominio en los pesos pesados y la derrota ante Muhammad Ali
Con su impresionante físico de 1,93 metros de altura (6 pies 4 pulgadas) y una pegada devastadora, «Big George» se consolidó rápidamente en el profesionalismo. Su estilo agresivo y poderoso lo llevó a enfrentar al campeón Joe Frazier, a quien derrotó en dos asaltos para coronarse campeón mundial de peso pesado.
Para 1974, Foreman llegaba invicto a la defensa de su título ante Muhammad Ali en Kinshasa, Zaire, con un récord impresionante de 40-0, habiendo ganado casi todas sus peleas por la vía del nocaut. Sin embargo, Ali utilizó la estrategia del «rope-a-dope», permitiendo que Foreman se desgastara hasta encontrar el momento preciso para noquearlo en el octavo asalto. Esta derrota marcó un punto de inflexión en su carrera, pues su aura de invencibilidad se vio resquebrajada.
Un regreso legendario y su legado
Tras su derrota ante Ali, Foreman se alejó del boxeo y tuvo una profunda transformación espiritual, convirtiéndose en pastor cristiano. Sin embargo, en 1987 regresó a los cuadriláteros con la misión de recuperar su título mundial. En 1994, a los 45 años, logró lo imposible al derrotar a Michael Moorer y convertirse en el campeón de peso pesado más longevo de la historia.
Además de su carrera deportiva, Foreman se convirtió en un exitoso empresario gracias a la «George Foreman Grill», un electrodoméstico que vendió millones de unidades en todo el mundo. Su historia de superación y su legado en el boxeo lo consolidaron como una de las figuras más emblemáticas de este deporte.
Hoy, el mundo del boxeo llora la partida de una leyenda, un hombre que resurgió de la adversidad para escribir una de las historias más inspiradoras del deporte mundial.
