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El derecho a huelga en República Dominicana: marco legal y realidad
La Constitución reconoce el derecho a huelga y el Estado post-trujillista garantiza su ejercicio. No hablamos de teorías inalcanzables, sino de derechos verificables en la práctica.
Este derecho está permitido y regulado. Así como el Estado lo garantiza, también debe asegurar que su ejercicio no perjudique a terceros. Es decir, convocar un paro es legítimo, pero sumarse o no también es una decisión libre.
Sin embargo, en muchas ocasiones, las huelgas convocadas reciben un respaldo pasivo más por miedo a represalias que por un auténtico apoyo a la causa.
Huelga en San Francisco de Macorís: causas y demandas
El Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO) ha convocado una huelga en San Francisco de Macorís para los días 25 y 26 de marzo, exigiendo que las autoridades culminen una serie de obras civiles pendientes.
Independientemente de que exista una agenda política de fondo, la causa principal es legítima. Y siempre que la protesta se realice de manera pacífica, debe respetarse, ya que forma parte de un derecho constitucional.
¿Protesta pacífica o amenaza al orden público?
La gran pregunta es: ¿será realmente pacífica? La historia de este tipo de manifestaciones en el país genera dudas.
Si bien la huelga es un derecho, ¿qué ocurre cuando su ejercicio implica bloqueos de calles, incendios de neumáticos o ataques con piedras y cócteles molotov a propiedades privadas y públicas?
Aquí es donde el Estado debe garantizar el orden y velar por el equilibrio entre el derecho a la protesta y el derecho al libre tránsito, comercio y seguridad de los demás ciudadanos.
El papel del Estado en la seguridad ciudadana
El gobierno ha decidido desplegar tropas en la provincia para disuadir posibles disturbios. Aunque esta medida puede parecer excesiva en una sociedad donde la paz social es la norma, lo cierto es que algunas formas de protesta aún recurren al caos y al miedo como métodos de presión.
Garantizar el derecho a huelga no implica permitir la violencia.
¿Dónde debe concentrar el gobierno su fuerza?
Si bien la seguridad y la estabilidad son fundamentales, surge un cuestionamiento válido:
- ¿Por qué se envían tropas a San Francisco de Macorís, donde la patria no está en peligro, mientras en zonas con alta presencia de migrantes ilegales el Estado parece haber perdido el control territorial?
La pregunta queda abierta y merece una explicación.
