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Un ataque masivo con drones lanzado por las fuerzas rusas contra la ciudad de Dnipro, en el este de Ucrania, dejó al menos cuatro personas muertas y 21 heridas, según informó el gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Serhi Lisak.
El bombardeo, ocurrido en la noche del viernes, provocó incendios y graves daños en edificios de gran altura, viviendas, estaciones de servicio y un complejo hotelero. Lisak señaló que más de dos docenas de drones impactaron en la ciudad, causando una destrucción significativa y generando múltiples focos de incendio, que los equipos de emergencia lograron contener.
Este ataque se produce en un contexto de intensificación de las hostilidades, mientras Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de violar acuerdos previos sobre la protección de infraestructuras energéticas. En paralelo, continúan los esfuerzos diplomáticos liderados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien desde su regreso al cargo en enero promueve un alto el fuego.
Por otra parte, la ONU y la Unión Europea han rechazado la reciente propuesta del presidente ruso, Vladimir Putin, de establecer una administración provisional en Ucrania bajo supervisión de Naciones Unidas. Tanto el secretario general de la ONU, António Guterres, como la Comisión Europea reafirmaron la legitimidad del gobierno ucraniano y su derecho a determinar su propio liderazgo político.
Mientras la comunidad internacional busca soluciones diplomáticas, la escalada del conflicto sigue generando víctimas civiles y aumentando la tensión en la región.
