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Washington, marzo de 2025 – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró sentirse “muy enojado y furioso” con el líder ruso, Vladimir Putin, debido a sus recientes comentarios sobre el futuro del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, según informó NBC. Este cambio de postura marca un giro en la estrategia de Washington para poner fin a la guerra en Ucrania.
En una conversación telefónica con la periodista Kristen Welker de NBC, Trump advirtió que, si Rusia no colabora en un acuerdo de paz y él considera que Moscú es responsable de prolongar el conflicto, impondrá aranceles secundarios sobre todas las exportaciones de petróleo ruso.
“Si Rusia y yo no logramos llegar a un acuerdo para detener el derramamiento de sangre en Ucrania, y si creo que fue culpa de Rusia… voy a imponer aranceles secundarios a todo el petróleo que salga de Rusia”, afirmó el mandatario.
La relación entre Trump y Putin ha sido objeto de escrutinio desde el regreso del presidente estadounidense a la Casa Blanca, con un enfoque diplomático que ha despertado preocupaciones en Kiev. Sin embargo, Trump aseguró que su enojo con Putin podría disiparse “si hace lo correcto”.
Sin avances en un alto el fuego
Las negociaciones de paz entre Washington, Moscú y Kiev no han logrado avances significativos. Putin rechazó un plan de alto el fuego propuesto por Estados Unidos y Ucrania, y sugirió la destitución de Zelensky como parte del proceso de paz. Mientras tanto, las fuerzas rusas continúan con su ofensiva, intensificando ataques en la ciudad de Kharkiv y logrando avances territoriales en el este de Ucrania.
Zelensky, por su parte, instó a la comunidad internacional a aumentar la presión sobre Rusia, afirmando que un cese de hostilidades solo será posible con sanciones más contundentes.
Tensiones en el panorama geopolítico
La amenaza de aranceles secundarios de Trump podría generar un impacto en la economía global, ya que el mandatario adelantó que las empresas que compren petróleo ruso enfrentarán restricciones para operar en Estados Unidos.
Con la guerra en su tercer año y sin señales claras de una tregua definitiva, la comunidad internacional sigue atenta a los próximos movimientos de Washington y Moscú en la búsqueda de una solución al conflicto.