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Sus restos serán cremados tras ser velados en la funeraria Blandino; fue una figura clave del diseño dominicano
Santo Domingo. El reconocido diseñador dominicano Martín Polanco, una de las víctimas mortales de la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set el pasado martes, está siendo velado desde este viernes en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, donde permanecerá hasta el sábado a las 12:00 del mediodía. Según informaron sus familiares, sus restos serán cremados posteriormente en una ceremonia privada.
El mundo del arte y la moda rinde homenaje
Durante la jornada de despedida, familiares, amigos, artistas, diseñadores y figuras del mundo cultural se han dado cita para rendir tributo al talentoso creativo, cuya trayectoria dejó una marca imborrable en la industria de la moda nacional.
Martín Polanco era conocido por su sensibilidad estética, innovación y dominio del diseño de chacabanas, prenda que convirtió en un símbolo de elegancia masculina con un enfoque moderno y vanguardista.
Una carrera construida desde Nueva York hasta las grandes pasarelas locales
Desde sus inicios, Polanco fue escalando con pasión y creatividad, presentando sus primeros desfiles en el país y posteriormente ganando terreno en Nueva York, donde forjó una clientela fiel. Su propuesta se consolidó como una de las más relevantes del diseño dominicano contemporáneo.
En su última aparición pública, cerró con aplausos su desfile en el República Dominicana Fashion Week 2024, con su colección “Luxury Branding”, que destacó por su sofisticación y riqueza de detalles.
Vistió a figuras del ámbito político, artístico y empresarial
Durante su exitosa carrera, Martín Polanco vistió a personalidades influyentes del mundo social, artístico y político de la República Dominicana, consolidándose como un referente del diseño masculino de alta costura.
Un legado de creatividad y humanidad
Quienes lo conocieron coinciden en que Polanco fue más que un diseñador: fue un artista apasionado, visionario y profundamente humano. Su trato afable, su humildad y su entusiasmo contagioso dejaron huella en cada uno de sus colegas y clientes.
Su partida ha dejado un profundo vacío en el sector creativo, pero también un legado que inspira a nuevas generaciones de diseñadores dominicanos que ven en él un modelo de esfuerzo, excelencia y autenticidad.
