Incendios, abandono y represión: el grave deterioro de Uverito, el bosque sembrado más grande de Venezuela

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Uverito, Venezuela – El bosque sembrado más grande de Venezuela y uno de los más extensos del mundo, vuelve a ser noticia por un nuevo incendio ocurrido el 13 de abril de 2025, que se prolongó durante tres días y consumió cerca de 1.600 hectáreas de pino caribe de entre 10 y 20 años de antigüedad. El siniestro se registró al norte de la calle 12, a unos dos kilómetros al oeste de la vía nacional Los Barrancos, en Maturín, según confirmaron trabajadores de Maderas del Orinoco.

Desde hace años, Uverito ha sido escenario de una alarmante decadencia operativa, ambiental y social. Trabajadores denuncian que la empresa Mavetur, creada tras un convenio en 2019 entre Venezuela y Turquía, ha priorizado la exportación de astillas de madera sin reinvertir en plantación ni infraestructura, lo que ha profundizado el deterioro de la zona y dejado sin empleo ni servicios a las comunidades aledañas.

“En los últimos seis años no se han podido sembrar 20 mil hectáreas de pino, y cada año se queman más de 150 mil hectáreas”, señaló William López, secretario de prensa del sindicato de Maderas del Orinoco, quien fue despedido en 2019 tras denunciar irregularidades. “Desde que Alex Saab, a través de Heidy Oropeza, tomó el control de la empresa, las plantaciones dejaron de ser prioridad”.

La situación es crítica: personal experimentado ha sido marginado, los equipos son insuficientes y deteriorados, y no existe una estrategia clara de prevención de incendios. Trabajadores relatan que, durante el incendio más reciente, las zonas de La Lagunita y Los Gomeros ardían sin respuesta eficiente, mientras un tractor quedó inoperativo por una llanta dañada sin que nadie acudiera a repararlo.

Además del abandono operativo, se suma la vigilancia ejercida por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), que monitorea con drones a quienes luchan contra el fuego, con el pretexto de identificar pirómanos, aunque el personal cree que se trata de una medida para evitar filtraciones de imágenes.

Las condiciones del Vivero Uverito también son preocupantes. La falta de mantenimiento del sistema de riego ha provocado acumulación de arena en los aspersores, poniendo en riesgo miles de plantas de pino y acacia. A pesar de las lluvias recientes, los trabajadores advierten que no se han tomado medidas correctivas y las labores de las cooperativas siguen suspendidas.

Según López, Maderas del Orinoco nació como una iniciativa venezolana orientada a la reforestación sostenible. En sus inicios, bajo el nombre de CVG Proforca, llegó a plantar más de 25 mil hectáreas al año con una tasa de supervivencia del 90 %. Sin embargo, con el paso del tiempo y la entrada de Mavetur, el proyecto fue perdiendo fuerza y recursos.

Desde 2019, más de 1.600 trabajadores, incluyendo bomberos forestales, han sido despedidos, muchos sin compensación justa. A la fecha, no se ha definido una estrategia clara de reforestación, mientras el bosque, alguna vez orgullo de la ingeniería forestal venezolana, se consume lentamente en medio del abandono y el silencio institucional.

Líderes sindicales y trabajadores organizados en la Coalición Forestal exigen la recuperación del patrimonio natural y productivo de Maderas del Orinoco, así como la restitución de los derechos laborales y la reactivación de las labores de siembra y mantenimiento forestal.

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