POR CÉSAR DALMASÍ
En toda sociedad organizada existen deberes y derechos, de ahí el conjunto de leyes y normas que rigen a los conglomerados sociales, pienso que nuestro país ha ido paso a paso avanzando y alcanzando metas en varios órdenes y especialmente en la defensa de los intereses de la mayoría, ya que la preocupación medular y principalísima del presidente Luís Abinader ha sido desde sus primeros cuatro años, luchar por transparentar el ejercicio y la función pública desde el Estado, cosa que ha ido logrando.
Claro, con todas las debilidades que pudieran existir y las cuales se irán fortaleciendo, pero debemos recordar que enderezar las cosas con décadas torcidas no es nada fácil pero sí posible, de manera que si todos, gobiernos y gobernados nos enfocamos en resolver los grandes males que nos afectan como sociedad, las metas las lograremos más rápido y con mayor facilidad, porque resolver nuestras problemáticas no es exclusivamente del gobierno o del Estado es compromiso y responsabilidad de todos desde nuestras distintas instancias.
Por lo que entiendo que en el próximo cuatrienio nuestras autoridades tienen grandes escollos, desafíos y retos a los cuales tendrán que enfrentarse, pero la población tiene que hacer su parte; las autoridades tendrán que continuar dando de frente y de forma muy medular a la situación haitiana en relación a nuestro país, toda vez que existe un despropósito de organismos internacionales claramente definidos, el cual nunca será aceptado por el gobierno ni por el pueblo dominicano, por lo que hoy día hay que estar más unido que nunca a nuestras autoridades, toda vez que el presente gobierno nunca, pero nunca permitirá ninguna traición a la patria, no importa de donde venga y los hechos están ahí y eso consta.
Por ejemplo, situaciones difíciles que hay que ejecutar aunque políticamente afecten, pero que favorecerá a la población es digamos, las propuestas de reforma a la constitución, a lo que le dedicaremos un capítulo a parte en otro artículo, también la necesaria reforma tributaria, sí, porque en ese aspecto hay que ajustar muchas cosas para que el Estado continúe avanzando y trabajando y además para que la ley mida a todos con la misma medida; por lo que ante esa realidad que estaremos enfrentando como país, todos tenemos que estar monolíticamente unidos, olvidando diferencias políticas y trabajando a favor de todos y cada uno de quienes conformamos esta patria de hombres y mujeres dignos, valientes y trabajadores.
Y estoy seguro que el gobierno dominicano no está solo para todo lo anterior y especialmente para los retos del futuro próximo, reitero como la situación con los vecinos de al lado; en este caso particular y para la defensa de nuestros intereses el gobierno tiene el respaldo irrestricto de un pueblo verdaderamente nacionalista y conocedor de su historia, un pueblo consciente y dispuesto a la inmolación si alguien pretendiera mancillar su dignidad como pueblo; somos una población fehacientemente definida y con sus características claramente identificadas por el mundo.
Con un idioma, una cultura, una clara religiosidad, con una etnia conocida, con un norte y una trayectoria histórica como pueblo y como nación, en fin los dominicanos tienen sus propias características como país libre e independiente y como pueblo verdaderamente soberano, cosa que estamos todos al unísono dispuestos a defender a capa y espada, ante cualquier intruso que osare pisotear la obra de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón y otros tantos.
Obra que también fue posible gracias al sacrificio y esfuerzo de mujeres como Manuela Diez Jiménez, Rosa Duarte, María Trinidad Sánchez, Concepción Bona, Josefa Antonia (Chepita) Pérez de la Paz, María Baltasara de los Reyes y Ana Valverde entre otros hombres y mujeres que tienen hoy día en el seno de la población a sus representantes con el mismo sentimiento patriótico y dispuestos a mantener y a honrar su legado; en todos ellos también quedan mencionados aquellos que lo entregaron todo para que hoy podamos decir que tenemos una patria libre e independiente.
De manera que en ocasión de celebrar con ardor patriótico el 161 aniversario de nuestra guerra de restauración (nuestro grito de Capotillo) es preciso y justo por igual recordar y honrar hombres y mujeres como, Gaspar Polanco, Gregorio Luperón, Benigno Filomeno Rojas, Benito Monción, Federico de Jesús García, José Antonio Salcedo, José María Cabral, Lucas Evangelista, Máximo Grullón, también a Pedro Ignacio Espaillat, Pedro Antonio Pimentel, Pedro Francisco Bonó, Ricardo Curiel, Santiago Rodríguez y Ulises Espaillat y mujeres como María Catalina Encarnación ( May Talima), María Pérez, Águeda Rodríguez Salcedo, Rosa o Rosalía Bastardo, Antonia Batista, Josefa del Monte Pichardo, también Doña Encarnación Canela Mota, Eneria Frías y Socorro del Rosario Sánchez. (Tristemente no hay muchas reseñas de nuestras heroínas restauradoras, pero conseguí esos nombres gracias al Periódico Listín Diario).
Dominicano, dominicaaaaaano, despierta, despierta dominicano, no espere la hora aciaga, no espere que las nefastas ideas de traidores sigan avanzando y destruyendo el derecho que tenemos de ver ondear ese lienzo tricolor adornado con una cruz al centro y la biblia como verdadero signo de nuestro sentimiento cristiano; el momento ha llegado, ha llegado la hora en que seguiremos siendo un país libre o por el contrario y eso depende de ti dejar que avancen esas malsanas ideas y entonces vivir eternamente arrodillados ante el traidor y cómitre, no, no y no, dominicano, mil veces no y primero muertos ante que esclavos.
Y hoy más que nunca digamos y asumamos el pensamiento de Duarte, en especial aquel que dice : “Nuestra patria ha de ser libre de toda potencia extranjera o se hunde la isla”
Dominicano, dominicano, recuerdas aquel eslogan, “PATRIA O MUERTE”.
“Machete Carajo”
Que viva la patria!!!!!
Que viva la República Dominicana!!!!
Que viva la restauración!!!!
HE DICHO.-