El gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitió una advertencia urgente para todo el estado ante la llegada del huracán Milton, que aunque ha perdido algo de intensidad, sigue siendo una amenaza considerable. Aún afectada por los destrozos del huracán Helene hace diez días, la península de Florida enfrenta el riesgo de sufrir nuevos daños.
El huracán Milton, que se intensificó de manera «explosiva» en las últimas 24 horas, ha descendido de la categoría 5 a la 4 en la escala de Saffir-Simpson, pero sigue generando vientos extremadamente peligrosos de 250 kilómetros por hora, según confirmó la Organización Meteorológica Mundial (OMM). A pesar de la leve disminución en su intensidad, las autoridades advierten que Milton podría aumentar en tamaño antes de tocar tierra en la costa oeste del estado, afectando a zonas más amplias.
La portavoz de la OMM, Clare Nullis, explicó en rueda de prensa que el calor anormal de las aguas del océano, provocado por el cambio climático, está facilitando la expansión del huracán, lo que podría agravar los impactos. «Las temperaturas cálidas de la superficie del mar proporcionan la energía necesaria para que los huracanes se intensifiquen», señaló Nullis, subrayando que este fenómeno amplía el área de afectación.
Florida ya sufrió la devastación del huracán Helene, que dejó más de 200 víctimas y grandes destrozos materiales en su paso reciente por el estado. Con la llegada de Milton, las autoridades temen que los esfuerzos de recuperación se vean obstaculizados por nuevos daños, lo que agrava la situación para miles de residentes.
Se recomienda a la población mantenerse informada y seguir las indicaciones de las autoridades locales, ya que «toda la península de Florida está bajo algún tipo de alerta o advertencia», según afirmó el gobernador DeSantis.