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La visita de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, fue recibida con una inesperada «bienvenida» en Paiporta, epicentro de las recientes inundaciones en Valencia. Vecinos y voluntarios, visiblemente indignados, arrojaron barro y lanzaron insultos al grupo de autoridades, en medio de gritos de «¡Fuera, fuera!» que resonaban por las calles del pueblo afectado.
Felipe VI, con el rostro y abrigo manchados de barro, intentó avanzar entre las calles principales de Paiporta, enfrentándose a un ambiente tenso mientras procuraba calmar a algunos de los voluntarios, exhaustos y frustrados tras días de lucha contra el desastre natural. La reina Letizia también trató de mediar con los residentes alterados, mientras el ambiente de protesta continuaba con abucheos y palabras de rechazo hacia las autoridades.
En un intento inicial de protegerse del lanzamiento de barro, los miembros de seguridad desplegaron paraguas para la comitiva. Sin embargo, los cerraron poco después para que el rey pudiera seguir caminando y deteniéndose a dialogar con los voluntarios y vecinos, en lo que se convirtió en una escena inesperada y tensa de la visita oficial.
