Getting your Trinity Audio player ready...
|
Dublín, Irlanda — El renombrado luchador de artes marciales mixtas, Conor McGregor, compareció en el Tribunal Superior de Dublín en relación con una demanda civil interpuesta por Nikita Ní Laimhin, quien lo acusa de agresión sexual en un incidente ocurrido en diciembre de 2018 en un hotel de la capital irlandesa. La denuncia también menciona a un segundo implicado, James Lawrence, y detalla un presunto ataque que, según la demandante, incluyó agresión sexual y violación.
Durante el inicio del juicio, el juez Alexander Owens informó al jurado que, si se demuestra la culpabilidad de los acusados, el proceso podría culminar con una compensación económica para Ní Laimhin, ya que se trata de un caso civil y no penal. Los abogados de McGregor argumentan que esta demanda es un intento de extorsión, rechazando las acusaciones de la demandante.
Detalles del Caso: Contexto y Alegaciones
La defensa de Ní Laimhin, liderada por el abogado John Gordon, alega que McGregor consumió y compartió cocaína la noche del incidente. Según Gordon, la demandante y una amiga asistieron a una cena navideña el 8 de diciembre, donde consumieron alcohol y cocaína, continuando la reunión en la peluquería de Ní Laimhin. Fue en ese contexto cuando Ní Laimhin contactó a McGregor, quien, según el abogado, las conocía debido a conexiones comunes en su comunidad de Dublín.
El relato sostiene que McGregor y Lawrence las recogieron y las llevaron primero a la casa de Lawrence, antes de dirigirse al hotel donde presuntamente ocurrió el ataque.
Una Batalla Legal Compleja
Los abogados de McGregor han afirmado que las acusaciones carecen de fundamento y califican el proceso como un intento de obtener dinero de manera indebida. Aunque el caso no es de carácter penal, el resultado de esta demanda podría representar un golpe significativo a la reputación y finanzas del luchador.
El juicio sigue en curso, y se espera que se presenten más pruebas y testimonios en los próximos días.