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Cientos de empleados de la Casa Blanca se reunieron este martes en el complejo presidencial para vitorear y aplaudir a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris. El recibimiento se produjo en su primera aparición pública en el lugar tras las elecciones del pasado 5 de noviembre, en las que fue derrotada por el expresidente Donald Trump. En un emotivo gesto, los trabajadores de la Casa Blanca, muchos de ellos colegas de Harris durante los últimos cuatro años, quisieron mostrar su respeto y agradecimiento por su labor y dedicación al país.
Los empleados se formaron en filas en las escaleras del Edificio de Oficinas Ejecutivas Eisenhower, junto a la Casa Blanca, para recibir a la vicepresidenta. Harris, quien había llegado al complejo presidencial para compartir un almuerzo con el presidente Joe Biden, fue saludada con cálidos aplausos y vítores. Al salir de su vehículo oficial, Harris respondió a los saludos con una sonrisa, aplaudiendo junto a ellos y agradeciendo el apoyo de sus compañeros. La atmósfera estuvo cargada de emoción, y sus palabras resonaron entre los presentes.
«Tenemos aún mucho trabajo por hacer», declaró Harris al dirigirse a los empleados que la rodeaban. Su mensaje fue claro y reflejó un espíritu de compromiso inquebrantable. Con esta frase, la vicepresidenta subrayó su disposición a continuar en la vida pública y a seguir dedicándose a causas importantes para el bienestar de los ciudadanos. Los aplausos de los empleados continuaron mientras ella hablaba, un gesto que demostraba el aprecio y la admiración que sienten hacia su liderazgo y ética de servicio.
En sus palabras a los presentes, Harris enfatizó: «Hicimos el mejor trabajo que nadie podía hacer, que es dedicarnos a la gente, al servicio público, a levantar a los demás, sabiendo que tenemos el poder, y cuando hacemos ese trabajo, marcamos la diferencia». Este mensaje refleja su compromiso de servicio y su convicción de que la política debe ser una herramienta para empoderar y ayudar a las personas. Para Harris, estos años han sido una oportunidad de impactar positivamente en la vida de los estadounidenses, y sus palabras resonaron como un reconocimiento a todo el esfuerzo conjunto que ella y su equipo han realizado en los últimos años.
Antes de finalizar su intervención, Harris les hizo un llamado a seguir adelante con la misma entrega y determinación: «Volvamos al trabajo porque todavía tenemos mucho por hacer. Les envío todo mi amor y agradecimiento. Gracias a todos». Estas palabras capturan no solo su gratitud hacia los empleados, sino también un espíritu de esperanza y perseverancia.
Esta aparición marcó la primera vez que se veía a Harris en la Casa Blanca desde los resultados electorales.
