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El Ejército de la República Dominicana informó este viernes que entregó a la Policía Nacional al ciudadano haitiano implicado en un violento incidente ocurrido el pasado 17 de noviembre en el Hospital Darío Contreras. En este altercado, varios miembros del personal médico resultaron heridos, generando preocupación y rechazo en distintos sectores de la sociedad.
El detenido, identificado como Wilson Gabriel, fue localizado por una patrulla militar en una zona boscosa cercana al arroyo Carrizal. Durante un operativo rutinario en el que las fuerzas armadas detectaron un grupo de 16 personas indocumentadas intentando cruzar de manera irregular hacia territorio dominicano, Gabriel fue interceptado. Según el informe militar, mostró un comportamiento inusual al notar la presencia de los uniformados, ya que procedió a untarse lodo del arroyo en la cabeza y el rostro, aparentemente en un intento desesperado por camuflarse y evitar ser capturado.
Conexión con el Incidente del Darío Contreras
Las autoridades detallaron que Gabriel llevaba un vendaje en el dedo pulgar de su mano izquierda, lo que llamó la atención de los militares. Al ser interrogado, el detenido explicó que la lesión se produjo mientras trabajaba en un solar en Santo Domingo Este, cuando se hirió con un machete. Según su relato, posteriormente acudió al Hospital Darío Contreras para recibir atención médica. Sin embargo, los militares lograron identificarlo como el prófugo vinculado al altercado en el mencionado centro de salud, un hecho que fue ampliamente difundido en redes sociales mediante un video.
Atención Médica y Proceso Migratorio
Tras su detención, Gabriel fue llevado a un hospital cercano para recibir la atención necesaria por su lesión en el dedo. Mientras tanto, el resto de los indocumentados que formaban parte del grupo fue trasladado a la Fortaleza La Estrelleta, ubicada en Elías Piña. Allí, las autoridades iniciaron el proceso correspondiente para entregarlos a la Dirección General de Migración (DGM), siguiendo los protocolos establecidos para estos casos.
Este incidente subraya las tensiones persistentes relacionadas con la migración irregular y los desafíos de seguridad en la frontera entre República Dominicana y Haití. El caso también reaviva el debate sobre la protección del personal médico y la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los hospitales del país.