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El gobierno de Estados Unidos expresó este martes que está «siguiendo de cerca» la situación en Corea del Sur, donde el presidente Yoon Suk Yeol declaró la ley marcial en respuesta a lo que calificó como intentos de «fuerzas antiestatales» de derrocar su régimen.
Reacción de Estados Unidos
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional confirmó que la administración estadounidense mantiene contacto con el gobierno surcoreano, subrayando la importancia de la estabilidad en la región, donde Corea del Sur es un aliado clave en Asia y alberga más de 28,000 soldados estadounidenses.
Declaración de ley marcial
Yoon Suk Yeol justificó la medida como una forma de «proteger a una Corea del Sur liberal» frente a las amenazas de Corea del Norte y elementos opositores que, según él, atentan contra la seguridad nacional. En un discurso contundente, el presidente acusó a la oposición, que controla el parlamento, de ser «fuerzas comunistas y antiestatales».
La oposición ha denunciado la ley marcial como «ilegal» e instó a la población a protestar contra la decisión, marcando un aumento en la tensión política interna.
Contexto político
Desde su elección, Yoon Suk Yeol ha adoptado una postura más rígida hacia Corea del Norte, rompiendo con la política conciliadora de su predecesor, Moon Jae-in. Este enfoque más duro ha contado con el apoyo de Estados Unidos, como se evidenció en la visita de Estado que el presidente surcoreano realizó a Washington en abril de 2023, donde fue recibido con honores por Joe Biden.
Implicaciones regionales
La declaración de ley marcial ocurre en un momento de crecientes tensiones en Asia, particularmente en medio de rivalidades entre Estados Unidos y China, y las constantes amenazas de Corea del Norte. Estados Unidos mantiene su compromiso de garantizar la seguridad de Corea del Sur, pero la inestabilidad interna podría complicar las relaciones bilaterales y la dinámica regional.
Esta situación, junto con los desafíos geopolíticos existentes, pone a prueba la alianza estratégica entre ambos países y su capacidad para responder a las crecientes amenazas en la península coreana.
