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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, negó haber recibido una invitación para asistir a la toma de posesión de Nicolás Maduro, programada para el 10 de enero de 2025. Durante su conferencia de prensa desde el Palacio Nacional, la mandataria aseguró que, hasta el momento, no ha recibido comunicación oficial sobre el evento.
“Hasta donde entiendo, no hemos recibido (ninguna invitación)”, afirmó Sheinbaum, en referencia a la ceremonia en la que Maduro asumiría un nuevo mandato presidencial. Este acto ocurre en un contexto de crisis política tras las controvertidas elecciones de julio de 2024 en Venezuela.
El panorama político venezolano es especialmente tenso, ya que tanto Nicolás Maduro como el opositor Edmundo González Urrutia, de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), se han declarado ganadores de los comicios. Mientras el Consejo Nacional Electoral proclamó a Maduro como vencedor, la PUD sostiene que González Urrutia es el verdadero presidente electo. Ambos han anunciado su intención de asumir la presidencia el próximo 10 de enero.
Maduro ha convocado a sus seguidores a movilizarse ese día para respaldar su juramentación, prometiendo una “unión histórica” en defensa de la independencia y la patria bolivariana. Por su parte, la oposición continúa denunciando irregularidades en el proceso electoral, intensificando la polarización política del país.
Es relevante recordar que Nicolás Maduro fue invitado a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta de México el pasado 1 de octubre. Sin embargo, el mandatario venezolano decidió no asistir, limitándose a enviar un mensaje público en el que felicitó a Sheinbaum y destacó la “historia de hermandad” entre ambas naciones, fortalecida durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El evento del 10 de enero se perfila como un momento clave para Venezuela, que enfrenta un incierto futuro político mientras la comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos.