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El director general de la Policía Nacional de Haití (PNH), Rameau Normil, emitió este jueves una orden firme de actuar con mano dura contra la banda Gran Grif en la región de Petite-Rivière, en el departamento de Artibonite. La decisión llega tras el brutal asesinato de 12 personas, incluidos dos niños, en un hecho que ha conmocionado al país.
Acciones inmediatas contra la violencia descontrolada
El portavoz de la PNH, Lionel Lazarre, enfatizó la urgencia de proteger la zona afectada y restaurar la seguridad:
«Las instrucciones son claras: debemos garantizar que esta región esté fuera de peligro.»
La orden se emitió luego de que la banda Gran Grif perpetrara un ataque violento, pocos días después de que la PNH anunciara la recuperación de la comisaría local. Este evento ha puesto nuevamente en evidencia la precaria capacidad de las fuerzas de seguridad para contener la violencia de las pandillas que dominan amplias zonas del país.
Un desafío creciente para las fuerzas del orden
A pesar de los esfuerzos de la PNH por reforzar la presencia policial en Artibonite, el control territorial de las bandas armadas sigue siendo un problema crítico. El sitio Kominotek destacó que este tipo de actos violentos subraya la vulnerabilidad de la población civil, que se ha convertido en la principal víctima de estos grupos delictivos.
La Policía Nacional anunció el despliegue de patrullas adicionales y el incremento de operativos en la región, en medio de la presión nacional e internacional por erradicar la amenaza de las pandillas, que han intensificado sus ataques mortales.
La población pide soluciones urgentes
La masacre en Petite-Rivière no solo ha generado indignación, sino también un llamado urgente a las autoridades haitianas y a la comunidad internacional para abordar la crisis de seguridad que enfrenta el país. Los constantes enfrentamientos y la violencia de las pandillas agravan la situación humanitaria y dificultan la vida diaria de los ciudadanos en áreas dominadas por el crimen organizado.
Haití enfrenta uno de sus desafíos más graves en la lucha por recuperar el control territorial y garantizar la seguridad de sus habitantes, en un contexto marcado por la inestabilidad política, económica y social.