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POR CÉSAR DALMASÍ
Ante el notable como preocupante deterioro en la imagen que ha sufrido la Cámara de Cuentas a parir del año 2007 y hasta el día de hoy, me parece pertinente que ante tal debilidad institucional en la cual ha caído dicho órgano de control del Estado Dominicano, los diputados como los senadores tienen el gran reto y responsabilidad de resarcir y reparar los daños que la inoperancia de ese órgano de control de los recursos públicos le ha provocado al país.
Lo que se logra escogiendo los próximos cinco miembros del pleno que mejor puedan volver a darle vida y colocar a la Cámara de Cuentas en el cenit del cumplimiento de su rol, como ocurrió en el período del 2002 al 2006, tiempo que definitivamente marca un antes y un después en tan importante entidad de control.
Y como después de dicho espacio de tiempo ninguno de los plenos de miembros ha podido dar pie con bola, a diputados y senadores no le queda de otra más que colocarse a tono con lo que siente, piensa, quiere y necesita toda la población dominicana, que está pidiendo a gritos una Cámara de Cuentas que responda a su verdadero rol de ente fiscalizador, que es también lo que requiere el país; como precisamente ha estado actuando el presidente Luís Abinader, quien desde su primer gobierno ha trabajado a favor de la transparencia, la ética y las buenas prácticas de gobierno.
Creemos también que los congresistas tienen una oportunidad de oro y pueden casarse con la gloria eligiendo para la Cámara de Cuentas 2025/2029 un personal probo y experto, ya que dentro de los aspirantes hay profesionales con gran experiencia, de sobria preparación, con vocación de servicio, con una impronta bien conocida y con inmenso deseo de servir al país desde ese órgano de control de los recursos del erario, inclusive dentro de los posibles miembros o aspirantes hay profesionales que ya han dirigido la entidad y para la época que nos referimos también han presidido el Tribunal Superior Administrativo marcando su gestión y obteniendo grandes logros; haciendo crecer la Cámara, fortaleciéndola, así como ampliándola con regionales, también se internacionalizó y la entidad jugó su verdadero rol, claro, estamos hablando del pleno de miembros y jueces que estuvieron en el período 2002al 2006.
La Cámara de Cuentas tiene que ser lo que un día fue, observemos que más del noventa por ciento de los entrevistados ha dicho que su mayor preocupación es restablecer la imagen pública de la Cámara de Cuentas, que ésta vuelva a cumplir su papel y que logre sus objetivos para lo que ha sido creada, refiriéndose quizás sin proponérselo, pero sí de manera implícita al espacio de tiempo comprendido entre el 2002/2006, de manera que hoy más que nunca en la historia de ese organismo se necesita que quien presida el pleno de miembros sea una persona con experiencia, capacidad, conocimiento y dominio de la institución en su sentido más amplio.
Y estoy seguro que de ese grupo de aspirantes se puede escoger un buen pleno, especialmente colocando a quienes histórica y tradicionalmente se han identificado con la transparencia, con la ética y con las buenas prácticas; como ocurrió en el ya mencionado período, porque en la Cámara de Cuentas se necesita aplomo, regeneración y que su resurgir llene de esperanza a todos los dominicanos, así que los diputados y senadores deben hilar bien fino y no cometer yerros ni en lo más mínimo porque ahí hay personas aspirando harto conocidas que sin lugar a equívoco harán el trabajo, como ya ha ocurrido hace algún tiempo.
Elegir correctamente a los nuevos miembros del pleno de la Cámara de Cuentas, le evitaría al país escándalo mediático y social, también estrés e inquietud, ya que una buena elección salvaguardará los intereses del Estado, al proteger, velar y ejecutar acciones que preserve el erario, además de que fortalecería la gobernabilidad en el marco general, así que no es momento para equivocaciones, aunque de seguro que los senadores y diputados son los primeros en querer hacer la mejor elección y estoy convencido de que así lo harán; los ojos de la prensa, de los medios de comunicación, de periodistas y comunicadores, así como los ojos de todo el país están muy atentos a ese proceso.
