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El productor musical Sean «Diddy» Combs pasará esta Navidad en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn, donde permanece detenido desde septiembre. A sus 55 años, Diddy enfrenta cargos de tráfico sexual, crimen organizado y transporte con fines de prostitución. Su apariencia ha cambiado notablemente, luciendo más delgado y canoso tras tres meses en prisión.
Expertos en el sistema penitenciario, como Larry Levine, afirman que Diddy habría dejado de comer debido a un estado de paranoia sobre su seguridad. Según Levine, el empresario teme que su comida pueda ser envenenada por posibles enemigos. A pesar de estos temores, fuentes cercanas aseguran que se encuentra enfocado en su defensa y animado por las visitas de sus hijos.
Diddy podría pasar las festividades en aislamiento dentro de la Unidad de Vivienda Especial del penal, en condiciones que contrastan drásticamente con su vida previa como magnate de la música. Según exreclusos, las celebraciones navideñas en prisión suelen ser deprimentes, limitadas a obsequios básicos como galletas o papas fritas, con un aumento de tensiones y peleas entre los internos debido al estrés de las fechas.
Curiosamente, Diddy comparte prisión con Luigi Mangione, acusado del asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson. Ambos reclusos han optado por el mismo equipo legal para sus respectivas defensas, encabezado por los abogados Karen y Marc Agnifilo.
Mientras su juicio sigue en curso, esta Navidad será un periodo de aislamiento y reflexión para Sean Combs, lejos de los lujos y celebraciones que alguna vez marcaron su vida.