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Por Dr. Ramón Ceballo
Rusia se apoderó de la península de Crimea tras la Revolución de Maidán en Ucrania, lo que generó sanciones internacionales. Además, apoyó a grupos separatistas pro-rusos quienes combatieron contra el ejército ucraniano en las regiones de Donetsk y Lugansk. También, Rusia consideró una amenaza la posible adhesión de Ucrania a la OTAN y exigió garantías de seguridad que no fueron concedidas.
Esta situación trajo como resultado que Rusia considerara una amenaza la posible adhesión de Ucrania a la OTAN y exigió garantías de seguridad que no fueron concedidas, lo que trajo como resultado la invasión de Rusia a Ucrania.
Esta invasión es un conflicto bélico que comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia lanzó una ofensiva militar a gran escala contra Ucrania. Es la mayor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y ha tenido consecuencias devastadoras en términos de víctimas humanas, desplazamientos forzados y daños a la infraestructura.
El conflicto ha evolucionado hacia una guerra de desgaste, con ataques rusos a infraestructuras civiles y el uso creciente de drones en ambos bandos.
La invasión a Ucrania ha sido un factor clave que ha transformado la política interna rusa, debilitando su economía y demostrado sus desafíos militares, mientras que ha alterado de forma significativa su relación con el resto del mundo.
La invasión ha llevado a Rusia a un creciente aislamiento, especialmente en Occidente, donde fue expulsada de organismos como el G8, y ha enfrentado sanciones severas de la Unión Europea, Estados Unidos y otros países que han logrado un impacto devastador en la economía rusa.
La invasión ha reforzado el autoritarismo y consolidado aún más el poder de Vladimir Putin, con un control mayor sobre la oposición política, los medios de comunicación y las libertades civiles a través de censura y represión contra quienes se oponen a la guerra.
Esta guerra ha traído como resultado que el capital extranjero haya huido de Rusia, y la incertidumbre sobre la duración del conflicto ha detenido muchas inversiones, lo que ha obstaculizado el crecimiento económico.
A tres años de la invasión, Rusia ha sufrido significativas pérdidas en términos de tropas, equipo militar, y ha evolucionado a una guerra de desgaste, con ataques rusos a infraestructuras civiles. demostrando limitaciones de su capacidad para lograr una victoria decisiva.
Miles de muertos y millones de desplazados, son el resultado de estos tres (3) años de la invasión de Rusia a Ucrania, que ha traído como resultado intensificar su cooperación con China, Irán y otros países no occidentales, buscando apoyo militar y económico.