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POR CÉSAR DALMASÍ
El autor es periodista
Lo primero que debo aclarar es que Dios me ha dado el privilegio de contar con grandes y buenos amigos, por lo que estoy agradecido; lo que se leerá a continuación no tiene absolutamente nada que ver con mi vida personal, al contrario reitero que he sido bendecido con amigos que ya se han hecho parte de mi familia.
Pero en realidad lo único que he querido es que muchos reflexionemos sobre la amistad sincera, que pensemos en nosotros mismos, que descubramos si en nuestras relaciones cultivamos la sinceridad y si realmente somos verdaderos amigos, pero también si no lo han sido con nosotros o quizás nos han traicionado; de todas maneras y a partir de que leas esto, lo importante es que empecemos a ser diferentes pero mejores seres humanos para que por vía de la sincera amistad perdonemos a aquellos que nos han dañado.
A través de la amistad podemos crecer, desarrollarnos espiritualmente y por vía de consecuencias también haremos sonreír a Dios; por otro lado quise escribir o llevar algo distinto a mi audiencia, en relación a lo que el grueso de opinadores está haciendo en este momento en los distintos medios y redes, que es analizando el discurso de rendición de cuentas, los análisis políticos y las distintas situaciones que vive el mundo y nuestro hermoso país la República Dominicana.
Ahora, permítanme citar lo siguiente:
“La conversación agradable atrae muchos amigos, y al que habla amablemente todos lo saludan.
Que sean muchos tus amigos, pero amigo íntimo sólo uno entre mil.
Si consigues un amigo, ponlo a prueba; no confíes demasiado pronto en él.
Porque algunos son amigos cuando les conviene, pero no cuentas con ellos cuando los necesitas.
Hay amigos que se vuelven enemigos
y te hacen quedar mal hablando de tus pleitos.
Algunos son amigos a la hora de comer, pero cuando te va mal no los encuentras.
Mientras te vaya bien, serán uña y carne contigo; pero cuando te vaya mal, te abandonarán.
Si algo malo te ocurre, se vuelven en contra tuya y se esconden de ti.
Aléjate de tus enemigos
y cuídate de tus amigos.
Un amigo fiel es una protección segura; el que lo encuentra ha encontrado un tesoro.
Un amigo fiel no tiene precio; su valor no se mide con dinero.
Un amigo fiel protege como medicina para la vida; el que honra a Dios lo encontrará.
El amigo es igual a uno mismo,
y sus acciones son iguales a su fama.”
Tomado textualmente del libro bíblico Eclesiástico 6/5-17. (Con el deseo de que se fortalezcan las relaciones, que reine la armonía y el amor entre quienes están unidos por lazos de amistad” porque se ha de ser amigo del ser, del ente, no de su tener, de su rango o posición social o económica).
