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Santiago. El expresidente de la Cámara de Diputados y exalcalde de Santiago de los Caballeros, Abel Martínez, expresó su rechazo a la fusión anunciada entre el Ministerio de Educación (MINERD) y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), al considerar que esta decisión debe estar sustentada en una planificación responsable que garantice el fortalecimiento del sistema educativo, la formación de capital humano y el impulso a la investigación científica y la innovación.
Martínez advirtió que todavía no se han definido aspectos esenciales de la fusión, como el manejo de los fondos del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDOCyT), destinado a financiar investigaciones clave para el desarrollo del país. También subrayó la importancia de asegurar la continuidad y ampliación de los programas de becas para jóvenes dominicanos que cursan estudios en universidades nacionales e internacionales.
“El país necesita seguir avanzando en la educación y en la formación de profesionales altamente capacitados. Cualquier reestructuración debe partir de un plan bien diseñado que garantice una transición efectiva sin afectar la calidad educativa ni limitar el acceso de los jóvenes a oportunidades de crecimiento”, afirmó Martínez.
En ese sentido, propuso medidas concretas para mejorar la educación sin necesidad de una fusión apresurada, como una mayor coordinación entre los ministerios, la protección de los fondos de investigación, el fortalecimiento de los programas de becas y la eficiencia en la ejecución presupuestaria.
En otro orden, Abel Martínez también se refirió a las intenciones del Gobierno de eliminar el Instituto Agrario Dominicano (IAD), planteando que en lugar de desaparecerlo, debe ser modernizado y fortalecido debido a su importancia para el desarrollo agrícola y rural del país.
El dirigente político señaló que el IAD ha desempeñado un papel fundamental en la titulación de tierras y el respaldo a miles de productores agrícolas y parceleros, contribuyendo a su desarrollo productivo y socioeconómico. Aseguró que su eliminación afectaría negativamente la producción agrícola y la calidad de vida en las zonas rurales.
Como alternativa, propuso transformar el IAD en un Instituto de Desarrollo Rural enfocado en una agricultura intensiva, que promueva la seguridad jurídica en la tenencia de la tierra, reduzca la pobreza y eleve la calidad de vida de las familias beneficiarias de la Reforma Agraria.
Martínez advirtió sobre los riesgos de centralizar las funciones del IAD en el Ministerio de Agricultura, lo que dificultaría la atención especializada a los pequeños productores. Además, señaló que la eliminación del instituto comprometería la seguridad alimentaria del país y debilitaría la producción local frente a los retos de acuerdos internacionales como el DR-CAFTA.
Finalmente, Abel Martínez sugirió reestructurar y modernizar el IAD, incorporando tecnologías, capacitación continua y prácticas agrícolas sostenibles, así como mejorar la coordinación con otras entidades gubernamentales para optimizar recursos y garantizar un mejor servicio.
Con estas propuestas, Abel Martínez reafirma su compromiso con la educación, la investigación y el desarrollo del campo dominicano, abogando por soluciones responsables que impulsen el progreso y el bienestar de la nación.
