Consternación en San Francisco de Macorís: Adolescente de 13 años se quita la vida tras sufrir depresión por problemas con su celular

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El trágico caso reabre el debate sobre la salud mental adolescente y el impacto de la tecnología en su bienestar emocional

San Francisco de Macorís. – La comunidad de Mamá Tingó Segunda Etapa, en el sector Vista al Valle, está de luto y en estado de conmoción tras conocerse la noticia de que un adolescente de 13 años, identificado como Luis Mario Álvarez Polanco, presuntamente se quitó la vida luego de atravesar un cuadro depresivo vinculado a problemas con su teléfono celular.

De acuerdo con familiares, el menor había mostrado un notorio cambio emocional en los últimos días, expresando frustración y tristeza por las fallas constantes en su dispositivo móvil, que lo mantenían retraído y en estado de angustia. La situación, señalaron, lo afectaba profundamente, al punto de aislarse emocionalmente de su entorno cercano.

Un llamado urgente a atender la salud emocional de los jóvenes

Este lamentable suceso ha generado profunda consternación entre vecinos, allegados y autoridades educativas, quienes reconocen que la salud mental de los adolescentes requiere mayor atención y acompañamiento constante, especialmente en una era marcada por la dependencia tecnológica y el uso intensivo de dispositivos móviles.

Expertos han señalado que la tecnología, aunque útil, puede volverse una fuente de estrés, presión social y ansiedad en menores que aún no tienen las herramientas emocionales para enfrentar frustraciones derivadas de su uso. La falta de acceso, la sobreexposición a redes sociales, o simplemente un daño en el aparato, pueden desencadenar estados de vulnerabilidad cuando no existe una red de apoyo adecuada.

Reacciones en la comunidad y necesidad de prevenció

En la comunidad educativa y entre las autoridades locales se han alzado voces llamando a fortalecer los programas de educación emocional, orientación escolar y comunicación familiar, para detectar signos de alerta tempranos. Muchos lamentan que situaciones como estas sigan ocurriendo sin una respuesta estructural más fuerte.

«La pérdida de un niño por estas razones nos obliga a todos a reflexionar. Debemos estar más atentos a lo que sienten, piensan y callan nuestros hijos», expresó una docente del sector.

Ayuda profesional: una necesidad, no un lujo

La situación también ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de garantizar el acceso a atención psicológica profesional en escuelas y comunidades vulnerables, así como promover espacios seguros de diálogo y comprensión dentro del hogar.

Desde Portada Nacional, nos unimos al dolor de la familia de Luis Mario Álvarez Polanco y hacemos un llamado urgente a que como sociedad prioricemos la salud mental de nuestros niños y adolescentes. Escuchar, acompañar y actuar puede salvar vidas.

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