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Ciudad del Vaticano.– El funeral del papa Francisco celebrado este sábado en la Plaza de San Pedro reunió a decenas de líderes internacionales y a más de 140.000 fieles que se congregaron para rendir homenaje al pontífice argentino. En primera fila, siguiendo un estricto protocolo de orden alfabético en francés, se ubicaron mandatarios como Donald Trump, Emmanuel Macron y Volodimir Zelensky, además de los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
La disposición de los asistentes respondió a normas protocolarias tradicionales, aunque algunos ajustes permitieron que líderes como Zelensky también se ubicaran en lugares de honor. También se encontraban en primera fila Javier Milei, presidente de Argentina, junto a las autoridades italianas Sergio Mattarella y Giorgia Meloni.
Entre los mandatarios latinoamericanos presentes destacaron Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Daniel Noboa de Ecuador, Luis Abinader de República Dominicana y Xiomara Castro de Honduras. En sus redes sociales, Castro describió la despedida como un momento lleno de amor, esperanza y gratitud hacia el pontífice, quien dedicó su vida a los más necesitados.
Pese a la representación de 155 delegaciones extranjeras, se notaron algunas ausencias de jefes de Estado latinoamericanos, como los de México, Colombia, Chile, Perú, Uruguay, Bolivia, Cuba y Venezuela, cuyos países estuvieron representados por ministros o altos funcionarios.
La jornada también fue escenario de un encuentro privado entre Donald Trump y Volodimir Zelensky, quienes conversaron sobre la posibilidad de alcanzar un alto el fuego total e incondicional en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Tras la reunión, Zelensky calificó el encuentro como simbólico y expresó su esperanza de que conduzca a resultados históricos para la paz.
Tras la misa solemne, el féretro de Francisco fue trasladado en un cortejo abierto hasta la Basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo sus deseos de un entierro sencillo y cercano al pueblo que siempre defendió. Con esta ceremonia, el mundo despidió a un pontífice que marcó una época por su defensa de los marginados y su llamado constante a la fraternidad.
