Teófilo Abreu Portada Nacional
Dentro de la gama de medicina alternativa o naturista podemos encontrar una muy particular, poco practicada, de bajo costo y con efectos rápidos.
La autohemoterapia consiste en la extracción de sangre de la vena para luego ser inyectada en el músculo del brazo o glúteos.
La autohemoterapia es una técnica que permite activar el sistema inmunológico y de esta forma atacar aquellas enfermedades que se derivan del mal funcionamiento de éste, como lo son las alergias, el acné, la artrosis, la artritis, el asma, la esclerosis, la diabetes, el lupus, entre otras.
Además, el tratamiento es una buena alternativa para acompañar las quimioterapias, puesto que el cuerpo se debilita por completo al no ser, la quimioterapia, un procedimiento selectivo de células. ¿En qué consiste el método?
La autohemoterapia consiste en la extracción de sangre de la vena para luego ser inyectada en el músculo del brazo o glúteos. Se puede utilizar entre 2 y 10 ml. aunque según el Dr. Luiz Moura, cientíco brasilero, aplica 20 ml en casos extremos.
La manipulación e higiene podría ser la única contraindicación del tratamiento, por lo que se debe ser precavido en ese sentido. ¿Cómo se aplica? Luego de extraer la sangre, ésta deber ser inyectada en forma inmediata (sin agregar ni mezclar con ningún otro producto), considerando que el músculo del brazo soporta 5 ml mientras que el del glúteo 10 ml.
El sistema inmunológico está conformado por una serie de células y entre ellas se destacan los macrófagos, cuya función es “comerse” los cuerpos extraños que producen el deterioro inmunológico. Con la técnica de la autohemoterapia, se eleva la tasa de macrófagos desde un 5% (en su estado natural) a un 22%, se logra transcurridas 8 horas.
Algunos resultados La práctica de este tratamiento para el Dr. Luiz Moura se remonta en su juventud, cuando aprendía de su padre, también médico, la importancia de la autohemoterapia aplicada en post operaciones. Los pacientes que pasaban por el quirófano eran tratados con la autovacuna como una forma de prevenir infecciones habituales que surgen luego de las operaciones.
De acuerdo a la filosofía naturista, la respuesta a nuestras dolencias físicas está en los elementos más simples de nuestro entorno. Las hiervas, las ores, los aromas, semillas, el agua y aire constituyen una forma natural de tratamiento.
La autohemoterapia es una de ellas, pues ¿qué más natural que nuestra propia sangre (sin aditivos) para regenerar nuestro organismo? PALABRAS
Algunos autores clasifican la técnica de la auto-hemoterapia como:
El objetivo de la auto-hemoterapia es, que al re-inyectar la sangre, el cuerpo reaccione como si un agente extraño lo atacará. Esto debido a que, al salir la sangre que ha estado sometida a un ambiente propio en el organismo, es decir; temperatura, pH, presión, etc. ha perdido sus propiedades físicas al pasar a otro ambiente diferente; la jeringa.
Por lo tanto, la sangre al cambiar estas propiedades es considerada en primera instancia como un antígeno o agente extraño al organismo. Existe bastante información y videos en internet que habla sobre esta técnica. Arman que la” técnica de auto-hemoterapia se basa en la activación y cuadruplicación de las células macrófagas, basados en la dosis de sostenimiento”, es decir, realizar el mismo procedimiento aproximadamente cada 5 días debido a que los macrófagos van perdiendo su potencia al cabo de los días a medida que la sangre inyectada va desapareciendo de los músculos del organismo.
Recordemos en primera medida que como precaución universal, y para evitar lesionar el músculo, solo se deben aplicar 5 ml por cadera.
Aplicar 10 ml en una sola cadera como algunos lo están recomendando, podría haber ruptura de la masa muscular o degeneración del tejido muscular, llamada miopatía. Según investigaciones cientícas realizadas en Brasil, México y Estados Unidos, la autohemoterapia realizada por profesionales, ha logrado elevar el Sistema de Defensas del cuerpo de 22 a 27 %. Esta potenciación del Sistema Inmunológico que genera un aumento en la cantidad de macrófagos, células T, Células Killer, etc. hace que “el regimiento de defensa” actúe directamente sobre los virus, bacterias, hongos, infecciones, que afectan al Ser Humano, fagocitando los patógenos dentro del cuerpo.
Resolución sociedad española
Antecedentes
La autohemoterapia nace en Alemania en 1961. Fue diseñada por el Dr. Hans Wolff como método de administración sistémica de un gas -ozono- sin riesgo de embolización gaseosa.
Consiste en la extracción de una cantidad de sangre (100-200 cc) de una vena periférica en un sistema resistente al ozono; mezcla con una idéntica cantidad de ozono a determinadas concentraciones durante 5 minutos (tiempo de saturación); eliminación del gas sobrante y reinfusión de la sangre a ritmo lento.
La técnica se realiza en CIRCUITO CERRADO, previamente anticoagulado con heparina o citrato sódico. En la actualidad existen comercializados kits para autohemoterapia fabricados ex-profeso con materiales resistentes al ozono y que están registrados en el Organismo Notificador correspondiente de la Agencia Europea del Medicamento y Productos Sanitarios.
Existen generadores de ozono, homologados con el sello CE y registrados en el Organismo Notificador correspondiente, que realizan el proceso de forma automática, como los aparatos de hemodiálisis.
En 1980, el Ministerio de Salud Alemán solicitó a la Sociedad Alemana de Ozonoterapia un informe sobre seguridad de la misma ante la aparición de diversos efectos adversos. El estudio se realizó en la University Kilnikum Giessen bajo supervisión de la Sociedad Alemana de Medicina Forense. El resultado fue enviado al Ministerio y publicado en la revista Ozonachrichten. Las complicaciones globales fueron del 0.0005 %, ligadas en su mayoría a mal praxis y a la aplicación directa del gas ozono en vena – vía prohibida desde entonces. La autohemoterapia tiene un índice de complicaciones todavía inferior al referido.
En 2005, el Ministerio de Sanidad Español, asesorado por la Comisión Nacional de Hemoterapia, decide actualizar la legislación sobre hemodonación y centros de transfusión para aumentar el control sobre el riesgo de contagio o efectos adversos por errores de manipulación, conservación o administración de sangre y hemoderivados.
Esta normativa queda recogida en el REAL DECRETO 1088/2005, de 16 de septiembre, actualmente vigente. A continuación veremos que este R.D. no es aplicable a la técnica conocida por autohemoterapia, descrita en este apartado, y las diferencias entre autohemoterapia y autotransfusión.
Análisis del R.D. 1088/2005
Dentro del ámbito de aplicación del R.D., leemos que:
“Artículo 2. Ámbito de aplicación.
Lo dispuesto en este real decreto se aplicará:
a) A la extracción y verificación de la sangre humana o sus componentes, sea cual sea su destino.
b) Al tratamiento, almacenamiento y distribución de la sangre humana o sus componentes cuando el destino sea la transfusión.
c) A la autotransfusión.”
En la autohemoterapia:
a) no se realiza verificación de la sangre ni de sus componentes. Ver artículo 10 del R.D. sobre ‘Verificación’.
b) la sangre no se almacena ni distribuye
c) no es autotransfusión, ya que ésta viene definida en el Capítulo V artículo 21 del R.D.
“Artículo 21 ….
2. Se entiende por autotransfusión la transfusión en la que el donante y receptor son la misma persona y en la que se emplea sangre y componentes sanguíneos depositados previamente.”
El R.D. establece en el artículo 14 – detallado en el anexo VI – cuales son específicamente las condiciones del depósito de sangre. Estas condiciones no se dan en la autohemoterapia, pues no existe depósito de sangre en el sentido que marca el R.D., ya que la sangre es inmediatamente reinfundida al finalizar el tiempo de saturación de la misma. Esto ocurre porque el objeto de la autohemoterapia NO ES utilizar la sangre como un producto que aporta salud en si ver artículo 15 del R.D.- sino administrar un gas disuelto en sangre sin riesgo de embolia gaseosa, como alternativa a la administración intravenosa del gas (actualmente prohibida por las sociedades médicas).
Conclusiones
La técnica conocida como autohemoterapia NO TIENE en la actualidad una normativa legal que sea de aplicación a la misma.
Su objeto no es almacenar sangre de un donante para administrarla posteriormente cuando la necesite, por una pérdida de la misma que cause un problema de salud, sino poder administrar de forma segura un gas al organismo, cuyas propiedades biológicas están ampliamente reflejadas en la literatura.
Se parece, en todo caso, más a la hemodiálisis, proceso que se desarrolla en centros específicos bajo control del nefrólogo, no del hematólogo. Actualmente no existe normativa nacional sobre la hemodiálisis que pudiera servir de referencia.
Respecto a la posible relación con el Real Decreto 1277/2003 de 10 de octubre sobre autorización de centros sanitarios y dado lo expuesto anteriormente, la autohemoterapia puede estar recogida en las unidades U101 – terapias no convencionales, ya que desde el año 2007 la Asociación Española de Medicina Naturista incluye la ozonoterapia en la cartera de servicios de las unidades avanzadas de Medicina Naturista o bien en las unidades de dolor (U36) a tenor de la publicación Ministerial al respecto.