Hoy, compartimos una noticia que nos llena de tristeza y urgencia. Otra vida, la de un niño de 4 años y 9 meses, se ha perdido debido al dengue en el Hospital Regional Docente Universitario Jaime Mota. Esto eleva a tres el número de niños que han perdido la batalla contra esta enfermedad en ese centro médico. Esta es una llamada de alerta para todos nosotros, para nuestra comunidad y para nuestra nación.
Este pequeño, quien vivía con sus padres en Villa Central y asistía a la Escuela Básica Anaima Tejeda, pasó por días de sufrimiento, con fiebre, vómitos y diarrea. En repetidas ocasiones, fue llevado al hospital, pero no se ordenó su ingreso como paciente interno. Esta tragedia se suma a la pérdida de una niña de 12 años en el mismo hospital, por la misma causa. La escuela, la comunidad y el personal médico y de enfermería están devastados por estas trágicas pérdidas.
En un esfuerzo por combatir esta situación, el alcalde Víctor Emilio Fernández de la Cruz, el director de los Servicios Regionales de Salud, Wilkin Féliz, y el director general de la UASD Recinto Barahona, se reunieron con promotores de salud del municipio. En esta reunión, se hizo un llamado a la acción a todos los involucrados para eliminar los criaderos del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, a través de sus picaduras.
La directora médica del hospital, la doctora María Elena Batista Rivas, expresó su preocupación sobre la falta de colaboración de dos centros de salud privados que se niegan a aceptar pacientes con dengue, lo que ha llevado a una sobrecarga en el hospital regional. Como respuesta a esta crisis, se han incrementado el número de camas dedicadas a pacientes con dengue de 24 a 51, y se han agregado más camillas en el área de emergencia.
Actualmente, el Hospital Regional Docente Universitario Jaime Mota tiene ingresados a 45 pacientes, tanto adultos como pediátricos, con más de 10 personas en espera de ser admitidas en la sala de emergencias.
Esta noticia debe ser un llamado a la conciencia y a la acción. Todos debemos unirnos en la lucha contra el dengue, protegiendo a nuestros niños, nuestras familias y nuestra comunidad. La prevención es clave, y juntos podemos detener la propagación de esta enfermedad. No podemos permitir que más vidas se pierdan. Es hora de trabajar juntos para erradicar el dengue de nuestra tierra. La vida de nuestros seres queridos depende de ello.
