En medio de una alarmante crisis, el Colegio Médico Dominicano (CMD) y los médicos residentes del Hospital Traumatológico Dr. Darío Contreras han alzado su voz en una protesta que resonará hasta el próximo lunes. La razón es clara y urgente: la falta de seguridad e insumos en el hospital.
Los galenos, defensores incansables de la salud, se encuentran en una situación desesperada. No solo luchan contra la pandemia, sino también contra la amenaza constante que representa la falta de seguridad en el entorno hospitalario. Desde amenazas de muerte hasta robos frecuentes, la situación ha llegado a un punto crítico.
La doctora Sandra Salas, delegada del CMD, expresó la fatiga y la desprotección que sienten los médicos ante la ausencia de medidas adecuadas de seguridad. Bajo el lema «si no hay seguridad no vamos a trabajar», el Colegio Médico Dominicano pone en primer plano la seguridad de los residentes como una prioridad innegociable.
El doctor Juan Pablo Lagos, entre sus declaraciones, enfatizó la sensación de abandono que han experimentado los médicos en los últimos meses, llevándolos a ejercer su derecho legítimo de quejarse. La falta de insumos, camillas y personal de seguridad agrega una capa adicional de preocupación, afectando no solo la labor médica sino también la integridad de los profesionales de la salud.
Los médicos han dejado claro que la protesta no cesará hasta que se garantice su seguridad, se abastezcan los insumos esenciales y se contrate más personal de seguridad para el hospital. Este llamado va más allá de una simple queja; es un grito de auxilio por un ambiente de trabajo digno y seguro, donde los médicos puedan desempeñar su labor sin poner en riesgo sus vidas. La comunidad médica, unida, exige respuestas y acciones concretas para enfrentar esta crisis que afecta no solo a los profesionales de la salud, sino a toda la sociedad que depende de su incansable dedicación.