Nueva York se prepara para recibir el Año Nuevo con su icónica celebración en Times Square, pero este año, las medidas de seguridad se han intensificado para evitar posibles protestas relacionadas con el conflicto entre Israel y Hamás. A pesar de que las autoridades aseguran que no hay amenazas específicas, se desplegará un importante contingente de seguridad.
Miles de personas se esperan en Times Square para la celebración, que incluirá actuaciones musicales, la cuenta regresiva y el descenso de la famosa bola de cristal, seguido por una lluvia de confeti. La Gran Manzana se convierte en un punto turístico masivo durante este evento, por lo que la seguridad se convierte en una prioridad.
El dispositivo de seguridad implica el cierre de la plaza y sus alrededores al tráfico, con puntos de acceso limitados, arcos de seguridad y una presencia policial uniformada y de incógnito. Este año, se ha ampliado el perímetro de seguridad en torno a la plaza para crear una «zona de barrera» disuasoria que evite problemas e interrupciones, incluyendo posibles protestas.
El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) ha reiterado que no hay una amenaza creíble específica, pero se desplegarán miles de agentes locales, estatales y federales, incluyendo expertos en contraterrorismo. Se implementará vigilancia aérea con helicópteros y drones para reforzar la seguridad desde el aire.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, destacó que desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás en octubre, ha habido alrededor de 500 protestas en la ciudad. Afirmó que aquellos que deseen protestar pacíficamente tienen el derecho de hacerlo, pero no a expensas de aquellos que vienen a disfrutar de la celebración.
Se espera que la intensificación de la seguridad garantice un evento tranquilo y sin incidentes violentos. El presidente de la Alianza de Times Square advierte que cualquier intento de interrumpir la celebración resultará en arresto, instando a aquellos que deseen protestar a hacerlo en otro lugar.