La ciudad de Medellín, testigo de numerosas gestas futbolísticas, se encuentra sumida en la tristeza tras la impactante noticia del fallecimiento del entrañable entrenador Víctor Luna a la edad de 64 años. El antioqueño, reconocido por su contribución al deporte, dejó de existir a las 10:15 de la mañana, sumergiendo a la comunidad deportiva en un profundo pesar.
Víctor Luna, quien debutó como técnico en Independiente Medellín y también defendió los colores de Atlético Nacional, era conocido no solo por su habilidad en el terreno de juego, sino también por su calidez humana. Su legado se extendió más allá de las fronteras locales, dejando una huella significativa en el competitivo fútbol ecuatoriano con clubes como Macará y Barcelona.
Hace apenas dos semanas, Luna fue designado como director técnico de la Selección Antioquia Sub-23, destacando su talento para manejar el fútbol de las bases y su profundo conocimiento del deporte en la región.
La causa inicialmente especulada sobre un infarto como motivo del deceso fue esclarecida por la Clínica CES de la capital antioqueña. Según el comunicado emitido, Luna ingresó al centro médico sin signos vitales a las 10:15 de la mañana. A pesar de los esfuerzos por reanimarlo, la ruptura de un aneurisma de aorta abdominal fue la causa que lamentablemente le arrebató la vida.
El impacto de la noticia ha resonado en la comunidad futbolística colombiana, que llora la pérdida de un «paisa excepcional». Víctor Luna fue más que un campeón con Independiente Medellín en 2002; fue un mentor, guía e inspiración para generaciones de futbolistas. Su legado perdurará en la memoria de aquellos que compartieron momentos junto a él.