Shohei Ohtani, el destacado jugador de béisbol japonés, ha sido conocido en su país como «kanpeki no hito» — la persona inmaculada — gracias a su comportamiento ejemplar y modales impecables.
Sin embargo, recientemente su imagen podría haber sido afectada por el despido de su buen amigo e intérprete, Ippei Mizuhara, por parte de los Dodgers. Mizuhara fue despedido tras enfrentar acusaciones de participar en apuestas ilegales y de haber utilizado dinero de Ohtani para pagar sus deudas.
Este incidente ha sido considerado por la firma legal que representa a Ohtani como un «robo masivo». Además, la situación se vio empañada por una serie de eventos, como una amenaza de bomba durante una serie de juegos en Seúl, donde Ohtani fue reportado como el objetivo.
A pesar de estas controversias, Ohtani no se vio afectado en su desempeño en el campo. En su primer turno al bate después de estos acontecimientos, Ohtani conectó un sencillo al jardín derecho.
Aunque Mizuhara enfrentará investigaciones por parte de las autoridades estadounidenses y de la MLB, hasta el momento Ohtani no ha sido directamente implicado en las acusaciones de apuestas ilegales. Expertos en mercadotecnia y cultura deportiva han opinado que, aunque estas acusaciones podrían manchar ligeramente la imagen pública de Ohtani, su reputación como un jugador dedicado e inocente en el mundo del béisbol se mantendrá en gran medida intacta.
En resumen, mientras que las acusaciones contra Mizuhara podrían afectar temporalmente la imagen de Ohtani, su reputación como un jugador excepcional y una persona de buen corazón prevalecerá en la percepción pública.