Antonio Ecarri, presidente de Alianza del Lápiz, se encuentra entre los candidatos confirmados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para las elecciones presidenciales de julio en Venezuela. Identificado como independiente, Ecarri ha criticado la «improvisación» de la principal plataforma opositora y aboga por una «coalición plural» que pueda alcanzar un «cambio seguro» para el país.
En una entrevista con Europa Press, Ecarri marcó distancia con la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), señalando que desde un principio descartó participar en las primarias debido a la falta de reglas claras. Criticó lo que considera trapisondas en el proceso y advirtió sobre la estrategia para imponer una candidatura que representa a la «vieja casta política» venezolana.
Ecarri lidera un movimiento que abarca desde el centro-izquierda hasta el centro-derecha y presenta un plan claro de gobierno que incluye una economía de libre mercado y un enfoque en la educación pública. Su objetivo es sanear Venezuela y superar la crisis humanitaria y económica actual.
A diferencia de otros partidos opositores, Ecarri está dispuesto a dialogar con las autoridades chavistas para atender las necesidades del país. Propone una amnistía general como parte de un proceso de reconciliación nacional, tomando como ejemplo la Transición española.
Como presidente, Ecarri buscaría reformar el poder judicial para que sea objetivo e independiente, y colaboraría con la Asamblea Nacional para refundar la política venezolana. Su visión es desinfectar la política de la suciedad en la que se ha sumido y trabajar hacia un país donde todos puedan convivir en armonía.
