La entrada en vigor de la nueva ley en Alemania que legaliza la posesión y el consumo de cannabis para adultos mayores de 18 años ha generado un gran impacto. A partir del 1 de abril, los ciudadanos alemanes podrán poseer hasta 25 gramos de marihuana con fines recreativos y cultivar hasta tres plantas por cuenta propia.
Esta normativa también establece restricciones, como la prohibición de consumir cannabis a menos de 100 metros de la entrada de un parque infantil o una escuela. Sin embargo, como siguiente paso en la reforma legal, a partir del 1 de julio será posible obtener cannabis legalmente a través de los ‘clubes de cannabis’ del país, con un límite de compra de 25 gramos al día o 50 gramos al mes para los adultos.
Los menores de 21 años tendrán un límite menor de posesión y compra, con un máximo de 30 gramos al mes. Además, se limitará la pertenencia a un solo club de cannabis por individuo.
El respaldo del ministro alemán de Sanidad, Karl Lauterbach, a esta ley se basa en la idea de que puede ayudar a combatir el mercado negro de drogas. Sin embargo, también ha señalado preocupaciones sobre los efectos negativos del consumo de cannabis en el desarrollo cerebral de los jóvenes, describiéndolo como un «veneno» para el cerebro en desarrollo.
Estos cambios en la legislación alemana reflejan una tendencia más amplia en Europa, donde el cannabis es la droga preferida y ha sido consumida por un considerable porcentaje de la población. La regulación legal busca abordar tanto los aspectos de salud pública como los desafíos asociados con el mercado negro de drogas.
