Por:Harolin Cabrera para Portada Nacional
Lo útil:
- Participación ciudadana: La campaña electoral en República Dominicana ha despertado un alto interés y participación por parte de la ciudadanía, evidenciado en manifestaciones, debates y discusiones públicas sobre los temas políticos y sociales del país.
- Pluralidad de propuestas: Los diferentes partidos políticos y candidatos han presentado una variedad de propuestas y programas de gobierno, ofreciendo a los votantes opciones para elegir basadas en sus preferencias e ideologías.
- Transparencia en la JCE: Se han implementado medidas para garantizar la transparencia del proceso electoral, como la observación internacional y la presencia de veedores nacionales, lo que contribuye a fortalecer la confianza en el sistema democrático.
- Lo censurable:
- Polarización política: La campaña ha estado marcada por la polarización política, con confrontaciones y ataques entre los diferentes candidatos y sus seguidores, lo que ha generado un clima de división en la sociedad dominicana.
- Desinformación y noticias falsas: Se han difundido noticias falsas y desinformación a través de las redes sociales y otros medios de comunicación, lo que dificulta la toma de decisiones informadas por parte de los votantes.
- Problemas de financiamiento: Se han reportado irregularidades en el financiamiento de las campañas electorales, incluyendo el uso de recursos públicos y donaciones de origen desconocido, lo que pone en entredicho la equidad y transparencia del proceso.
- Lo vergonzoso:
- Violencia política: Se han registrado incidentes de violencia política, incluyendo agresiones físicas, vandalismo y amenazas, que ponen en riesgo la integridad de candidatos, militantes y simpatizantes de diferentes partidos políticos.
- Manipulación de la voluntad popular: Se han denunciado casos de compra de votos, coacción y manipulación de la voluntad popular, que atentan contra la democracia y la legitimidad del proceso electoral.
- Falta de debate sustantivo: A pesar de la pluralidad de propuestas, la campaña ha estado marcada por la falta de debate sustantivo sobre los verdaderos problemas y desafíos que enfrenta el país, relegando temas importantes a un segundo plano.
