Teófilo Abreu
Para cualquier ciudadano de dos dedos de frente, esta expresión, contenida en una de las estrofas del poema “Hay un país en el mundo”, de nuestro poeta nacional Pedro Mir, podría ser injusta o exagerada.
Pero ¿cómo podríamos llamar a un país donde la justicia se aplique de manera medalaganaria para favorecer sólo a los poderosos, a los que todo lo tienen, en detrimento de los más débiles, de los que menos pueden, de los que nada tienen.
“Es cierto que lo beso y que me besa, pero su beso no sabe más que a sangre”, dice don Pedro Mir, refiriéndose a este país, donde la igualdad y equidad social es sólo un sueño al que no tienen derecho los humildes, los “hijos de Machepa”, como diría el profesor Juan Bosch.
Para cualquier dominicano resultaría razonable y hasta comprensible que a una persona se le suspenda el suministro de energía eléctrica, aún con las interminables y odiosas tandas de apagones a que las distribuidoras de electricidad mantienen sometidos a los sectores humildes.
Pero sería mucho más justo y razonable que esta acción sea aplicada con igualdad a todos, comenzando con los ricos y poderosos, que son los mayores consumidores de energía eléctrica, pero como en este país “la soga aprieta por lo más delgado”, estos son tratados con complacencia, no importa cuánto deban y porqué tiempo dejen de pagar.
¿A cuántos dominicanos pobres les han cortado el suministro de electricidad, apenas minutos después del vencimiento de la fecha límite de pago?
Pero, además del pago correspondiente, que en muchos casos es de RD$1, 200.00, RD$1,300.00, RD$1,500.00, etc., debe pagar por reconexión, unos RD$300.00.
Resulta entonces lastimoso que a una empresa poderosa económicamente como Telemicro acumulara una deuda con Ede Este por RD$254,000,000.00 (254 millones) durante más de cuatro años, desde febrero del 2020, como si nada hubiera pasado.
Por eso, mucha gente ha celebrado que hace unos días fue publicado que a esta empresa supuestamente le fue suspendida la energía eléctrica, porque como dice un viejo refrán: “Algún día ahorcan blanco”.
