Líderes religiosos buscan mediar entre las comunidades haitianas y las autoridades kenianas
Nairobi, 7 de junio de 2024 – En un esfuerzo por mejorar la seguridad en Haití, el gobierno de Kenia ha recurrido a pastores evangélicos para guiar una misión de seguridad en el país caribeño. Según información de la agencia Reuters, estos pastores han emitido recomendaciones al presidente de Kenia, William Ruto, y han actuado como intermediarios entre las comunidades haitianas y el mandatario.
Previo al despliegue, programado para este mes, los pastores han mantenido reuniones con haitianos en Estados Unidos, así como con homólogos evangélicos, funcionarios del gobierno estadounidense e incluso con el líder de pandillas más notorio de Haití, Jimmy «Barbecue» Cherizier.
Uno de los pastores involucrados en esta iniciativa es Serge Musasilwa, quien ha desempeñado un papel crucial en las conversaciones. Durante su estancia en Estados Unidos, los pastores kenianos participaron en una llamada de Zoom con líderes de pandillas haitianas, incluido Cherizier. «Musasilwa dirigió la conversación. Se negó a entrar en detalles, pero expresó su esperanza de que el conflicto pudiera resolverse pacíficamente», informó Reuters.
Sin embargo, la agencia no pudo obtener comentarios de Cherizier sobre el tema. La estrategia de involucrar a líderes religiosos en la misión de seguridad ha sido recibida con críticas por parte de algunos sectores en Haití. Pierre Espérance, director ejecutivo de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos en Haití, opinó que Kenia debería centrarse en cumplir con su mandato de seguridad. Espérance calificó el acercamiento a los líderes de las pandillas como un insulto a sus víctimas.
El presidente Ruto, al parecer, confía en que la influencia y la mediación de los pastores evangélicos puedan contribuir a estabilizar la situación en Haití. Los esfuerzos de estos líderes religiosos reflejan una estrategia multidimensional que incluye tanto medidas de seguridad como iniciativas de diálogo y reconciliación.
Esta misión se enmarca en un contexto de creciente violencia y actividad de pandillas en Haití, que ha generado una crisis humanitaria y de seguridad en el país. La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, ha estado buscando soluciones para apoyar al gobierno haitiano en sus esfuerzos por restaurar el orden y la paz.