Jugadas Memorables en el Béisbol: Modo Ripley

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Hoy, sábado 15 de junio, es un día para recordar algunas de las jugadas más insólitas y memorables que han ocurrido en el béisbol, esas que parecen sacadas directamente del «Modo Ripley» de «Aunque usted no lo crea».

La Hazaña de Juan Marichal: El Monstruo de Laguna Verde

Hace exactamente 61 años, el 15 de junio de 1963, Juan Marichal, conocido como el Monstruo de Laguna Verde, alcanzó la gloria en el Candlestick Park de San Francisco. Marichal, lanzando para los Gigantes de San Francisco, logró un no-hitter frente a los Colt’s 45 de Houston. En un partido que quedó grabado en la historia, Marichal lanzó 89 pitcheos en un juego que duró apenas 1 hora y 41 minutos, con una victoria de 1-0 ante 18,869 fanáticos.

La carrera de los Gigantes llegó en la octava entrada. Jim Davenport abrió con un doble por el prado izquierdo. Mateo Alou, emergente por José Antonio Pagán, se ponchó, y Marichal se elevó al bosque izquierdo. Luego, Chuck Hiller disparó un doble que remolcó a Davenport, asegurando la única carrera del partido. Marichal terminó el juego con una línea impresionante: 9 IP, 0 H, 0 R, 2 BB, 5 K, y un récord de 10-3 con una efectividad de 2.52.

Triple Play y Anota

El 25 de julio de 2017, los Yankees de Nueva York realizaron una jugada increíble contra los Rojos de Cincinnati que quedará en los anales del béisbol. Con las bases llenas y sin outs, Todd Frazier bateó un rodado al campocorto, José Peraza, quien inició una doble matanza 6-4-3. Didi Gregorius, que estaba en segunda base, avanzó a tercera y luego fue atrapado entre tercera y home. Sin embargo, Matt Holliday, el corredor en tercera, anotó antes del out final de Gregorius. Así, una jugada de triple play resultó en una carrera para los Yankees, una rareza absoluta en el béisbol.

Sin Repetición: El Caso de Earl Wilson

El 25 de abril de 1970, en un juego entre los Tigres de Detroit y los Mellizos de Minnesota, el lanzador Earl Wilson protagonizó una de las jugadas más extrañas. Wilson se ponchó para finalizar la séptima entrada, pero el coach de tercera base de Detroit, Grover Resinger, observó que el receptor de los Mellizos, Paul Ratliff, no había tocado a Wilson y había dejado la pelota rodar. Resinger le indicó a Wilson que comenzara a correr, y mientras la mayoría de los Mellizos entraba al dugout, Wilson avanzó fácilmente a primera y luego a segunda base. Sin interferencias, se dirigió a tercera y, finalmente, trató de anotar. Brant Alyea, quien trotaba desde el jardín izquierdo, recogió la bola y se la lanzó a Leo Cárdenas, quien tocó a Wilson para ponerlo out en tercera.

El novato Ratliff fue acreditado con un error, y la consecuencia de esta jugada peculiar fue que Wilson se lastimó el tendón de la corva mientras corría, obligándolo a abandonar el juego.

Estas jugadas no solo destacan la imprevisibilidad del béisbol, sino que también enriquecen la rica historia del deporte con momentos que parecen sacados de un libro de curiosidades. Mantente atento, ya que el béisbol siempre tiene una sorpresa escondida esperando a ser descubierta.

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