Un jurado de Nueva York concluyó sus primeras tres horas de deliberaciones el viernes sin alcanzar un veredicto en el juicio por corrupción del senador estadounidense Bob Menéndez. Menéndez enfrenta acusaciones de aceptar sobornos y actuar como agente extranjero del gobierno egipcio.
A la salida del juzgado, Menéndez, dirigiéndose a su automóvil, comentó a los periodistas: «Tengo fe en Dios y en el jurado».
El viernes por la mañana, Menéndez ingresó a la sala del tribunal de manera animada, cantando en voz baja un popurrí de canciones, incluyendo «Amazing Grace». Cuando se le preguntó sobre su canto, respondió con una sonrisa, revelando una mezcla de melodías que lo mantenían tranquilo.
El juicio, que duró nueve semanas, presentó a los fiscales federales de Nueva York tratando de demostrar que Menéndez y su esposa aceptaron sobornos en forma de oro, dinero en efectivo y un Mercedes-Benz convertible de tres empresarios entre 2018 y 2023. Según los fiscales, estos sobornos fueron a cambio de una serie de actos corruptos por parte del senador, incluyendo la aceleración de la entrega de ayuda militar estadounidense al gobierno egipcio y la interferencia en múltiples investigaciones criminales.
Los abogados de Menéndez han sostenido que el senador no cometió ninguna irregularidad en sus tratos con los empresarios y que los casi 150,000 dólares en lingotes de oro y más de 480,000 dólares en efectivo encontrados en su casa en Englewood Cliffs, Nueva Jersey, durante una redada del FBI en 2022 no eran producto de sobornos.
Fred Daibes y Wael Hana, dos de los empresarios implicados, están siendo juzgados junto con Menéndez. El juicio de la esposa de Menéndez ha sido pospuesto mientras se recupera de una cirugía de cáncer de mama. Todos los acusados se han declarado inocentes.
Menéndez no testificó en el juicio, pero ha mantenido públicamente su inocencia, negando haber aceptado sobornos o realizado favores especiales para Egipto.
El juez Sidney H. Stein instruyó al jurado sobre la ley el viernes por la mañana, proporcionándoles una guía para sus deliberaciones. Aunque los ciudadanos estadounidenses pueden actuar como agentes de un gobierno extranjero si se registran adecuadamente, los funcionarios públicos como los senadores en ejercicio tienen prohibido hacerlo.
La atención ahora se centra en las próximas deliberaciones del jurado, que continúan en un caso que ha captado la atención nacional e internacional.